La ciudad contemporánea no puede seguir asimilándose a un solo lugar ideal – por acabar o reconstruir – ni tampoco a un único o posible modelo formal – para imponer – sino que debe ser contemplada como ese espacio multiespacio descompuesto y mestizo, dinámico y definitivamente inacabado, hecho de convivencias y evoluciones interactivas y enlazadas.
Del mismo modo que nos referimos a una sociedad plural debemos hacerlo a una ciudad múltiple: una multiciudad. La ciudad ya no es una isla, es un abanico de ciudades y de “ciudades dentro de la ciudad”. Esta es la esencia de la metápolis contemporánea: ser un hiper – lugar, “un lugar de lugares”. La ciudad contemporánea, abordada desde una actitud positiva puedes convertirse entonces en un rico escenario polifacético, un excitante caleidoscopio de oportunidades.
Una oferta(un menú) de situaciones y experiencias diversas en concordancia con la propia naturaleza múltiple y mutable del ciudadano contemporáneo.
FUENTE: DICCIONARIO METAPOLIS DE ARQUITECTURA AVANZADA